Jiddu Krishnamurti nos enseña que, para conseguir la paz en el mundo, cada persona ha de hacer primero las paces consigo misma, ya que ningún camino espiritual, filosofía o ideología política puede guiarnos en esta tarea. Krishnamurti nos muestra que el origen de la guerra y la destrucción del medio se encuentra en el egoísmo y el individualismo; una ignorancia profunda que conduce a la agresión, la competición, la codicia y el conflicto.Cuando reconocemos que nuestra consciencia no es individual sino común a todos los seres vivos, entonces podremos trabajar verdaderamente juntos en un espíritu de cooperación y compasión.