Estaba bajo las órdenes de un millonario.
Cuando regresó a Inglaterra después de trece años en el extranjero, los planes de Lauren eran cuidar de su hija, no buscar marido. Pero en cuanto llegó a la mansión de Brad Laxton, él dejó muy claro que se sentía atraído por ella. Como si convertirse en niñera de la pequeña a la que había tenido que dar en adopción no fuera ya lo bastante difícil, ahora también tenía que resistirse a los encantos del padre adoptivo de la niña. Pero no podía dejarse llevar por lo que sentía por Brad, había demasiado en juego. El problema era que aquel tipo sabía ser muy persuasivo y a veces no aceptaba un "no" por respuesta...