Cuando Brenda necesitaba un hombro sobre el que llorar, alguien en quien apoyarse, él era su hombre. El lazo de amistad que había entre Richard y ella era irrompible. E inesperadamente, compartieron una noche juntos.
Semanas más tarde, Brenda descubrió que estaba embarazada. Y curiosamente, Richard pareció quedarse extasiado, deseoso, incluso ansioso por anunciar al mundo entero el embarazo. Pero su entusiasmo parecía estar centrado en el niño, no en Brenda. Claro, ella era su mejor amiga, la madre de su hijo... ¿pero sería alguna vez la esposa a quien él amara?