Trey Weldon era un soltero empedernido. Y aunque no descartaba el matrimonio, aquel atractivo cirujano tenía el empeño de permanecer soltero hasta el momento adecuado y con la persona adecuada. Ninguna mujer que trabajara con él sería nunca apropiada.
Sin embargo, esa era una máxima por la que tenía que luchar, haciendo acopio de toda su buena voluntad, cuando tenía a Callie Sheely cerca, pues su sola presencia lo excitaba. Todavía más difícil le resultaba resistirse a su dulce y cálida mirada. ¿Podría un beso acabar con aquella inquietud?