Ella podía hacer que perdiera la corona... o que la salvara.
¡Se rumoreaba que el querido rey Valentine iba a abdicar!
El motivo era desconocido, pero se creía que podía ser porque no podía procrear. Los ojos de todo el mundo estaban clavados en él, pero él solo tenía ojos para la cautivadora Angelique, adiestradora de caballos para la élite.
La atracción era tan potente en ese momento como lo fue hacía diez años, cuando se conocieron. Creían que la abdicación era su escándalo más sonado, pero, dada la tórrida reunión, ¿no estaría la obstinada y apasionada Angelique... gestando un secreto más sorprendente?