Fascinación y remembranza de un tiempo pasado en Cuba a través de una sensual y cálida voz y sus boleros, la de Amada Luna. La realidad y el recuerdo se traducen en deseo y seducción. Necesidad física desatada al encuentro nocturno de una misteriosa mujer, en el Night Club La Gruta en La Habana de 1967, cuando nuestro protagonista, becario universitario, revolucionario, católico y pobre cumplía dieciocho años. Ni la Gran Zafra, ni la distancia, ni el tiempo, ni la política mataron la fuerza de una experiencia insobornable. Escrita en los noventas, en pocas líneas, Leonardo Padura una vez más nos sorprende con una historia aparentemente simple pero poderosa sobre la realidad Cubana de esos años.