Presentamos este número de Portavoz de la Gracia sobre Meditación. Coincidimos con los pastores, teólogos y autores ya mencionados: la meditación es esencial a un andar saludable con Cristo y para crecer en la gracia. Con eso, Charles Spurgeon presenta este tema con una vista panorámica provechosa sobre la importancia, la práctica y los beneficios de la meditación bíblica. Thomas Watson define lo que es. Thomas Manton tiene la convicción de que es un deber bíblico y nos dice por qué. ¿En qué radica la naturaleza de la meditación? Isaac Ambrose responde y describe el tiempo, lugar y tema de esta práctica santa. William Bates nos instruye hermosamente en la meditación ocasional enfocada en la creación de Dios y George Swinnock ofrece cinco descripciones de la solemne y deliberada meditación sobre temas sagrados. ¿Existen peligros reales en descuidar este acto santo de pensar profundamente? ¡Edmund Calamy lista doce! Y son aleccionadores. John Owen, pastor y teólogo profundamente espiritual, nos presenta ayudas prácticas para meditar en Dios y luego A.W. Pink nos muestra meticulosamente como encarar un texto bíblico para poder masticar el Pan de Vida. ¿Es la meditación algo nuevo para usted y se pregunta sobre qué meditar? En un segundo artículo, Thomas Watson presenta un hermoso panorama de temas bíblicos a los cuales dedicarnos de corazón, empezando por Dios en la eternidad, avanzando a Cristo en la historia y extendiéndose al cielo e infierno. Después, Jonathan Edwards nos insta a demostrar nuestro amor por Cristo, lo hace dándonos una bella descripción de su hermosura. Spurgeon, gran defensor y practicante de la meditación, concluye este número instruyéndonos con dulces meditaciones sobre Jesucristo nuestro Señor. ¡Y qué preciosas son! De hecho, le instamos a meditar en el contenido de este número de Portavoz. Una advertencia: le meditación es difícil en nuestro mundo demasiado ocupado y despreocupado, pero este Portavoz es una breve guía de cómo hacerlo que rogamos encienda su corazón para buscar la gloria de Cristo en las Escrituras y para amarle que nunca.