Cosa difícil, si las hay, gobernar la Iglesia Católica. Aquí Newman explica clarísimamente por qué: el Papa hereda de Cristo las incumbencias de Pastor (gobernante), Sacerdote (mediador entre Dios y los hombres) y Profeta (maestro). ¿Y bien? Y a veces, muy a menudo, como ilustra profusamente nuestro gran Cardenal, el desempeño de esos oficios parece oponer una cosa a la otra (por ejemplo, conviene decir esta verdad ahora, pero si la digo ahora, se me rebelan los de tal región; claro que si no digo nada los de tal región se quedan campantes, pero los de más allá están que trinan, etc...). Es como un número de juglaría con tres naranjas. Difícil muy difícil la tarea de manejar la barca de Pedro. En este ensayo Newman demuestra que las más de las veces no se hizo tan mal...