Segundo de la serie. Soltera y con cuarenta años, Lizzie tomó la decisión de tener un hijo ella sola. Era una política influyente y decidió pasar una temporada en una granja del interior de Australia para alejarse de los medios de comunicación y de las disputas de su familia.
Jack Lewis estaba al frente de la granja y lo último que le hacía falta era una mujer repipi y mimada con un traje de diseño.
Pero Lizzie no pudo evitar sentirse atraída por él, aunque no fuera su tipo ni pareciera estar preparado para ejercer de padre.