Cuando el apuesto Brad Logan contrató a Sarah Brownly, nunca pensó que su casa se llenaría de niños y de alegría, y mucho menos que perdería la cabeza por la hermosa ama de llaves.
Con un jefe como Brad, Sarah se sentía segura, pero el pasado aún la perseguía. ¿Cómo iba a pedirle a un hombre como él que asumiera una responsabilidad que sólo le correspondía a ella?
Pero Brad se había enamorado y estaba dispuesto a todo. La pequeña familia de Sarah también sería la suya.