Aterrada de que la poderosa familia de su ex novio tratara de hacerse con la custodia de su futuro hijo, Callie Marshall sabía que había sólo un hombre al que podía acudir en busca de ayuda, su jefe, Hunter O'Banyon. Cuando él le ofreció protección y un nombre para su hijo, Callie aceptó, convencida de que estaba haciendo lo mejor para el niño. Pero entonces probó sus apasionados besos y olvidó que todo aquello no era real…