Theo Ravenhurst empezó a lamentar su mala suerte cuando se encontró de manera fortuita con su anticuada y mojigata prima Elinor en Francia. Tuvo que reconocer que estaba empezando a pagar las consecuencias de su vida disoluta y peligrosa. Era momento de hacer uso de las muchas e importantes conexiones que tenía su familia.
Por otro lado, Theo estaba seguro de que el apagado y gris exterior de Elinor escondía una personalidad apasionada, así que le ofreció entonces la aventura con la que ella había estado soñando y empezó a descubir al mismo tiempo que su prima tenía más talento del que podría haberse imaginado...