Unas cuantas verdades a medias le habían ayudado a entrar en su casa y unas mentiras piadosas habían hecho que acabara viviendo con ella. Pero no era así como el texano Sam Forrester había planeado cumplir su promesa. Su misión era obtener algunas respuestas de la bella Leah Kittrell… y ella nunca le habría dejado entrar en su casa y en su vida si hubiera sabido quién era realmente.
Pero lo que debía haber sido una sencilla cuestión de negocios se convirtió en una apasionada aventura. Sam no tardó en encontrarse en la cama de Leah y entonces supo que cuando ella descubriera la verdad, no podría perdonarlo.