Leonie había rechazado la atrevida proposición de Vidal porque era un hombre arrogante, mujeriego… y con un atractivo sexual tan arrollador, que la hacía temblar.Ahora el millonario portugués había vuelto a su vida… y Leonie no podría escapar. Vidal podría saldar viejas deudas y convertirla en su amante, y ella no podría hacer otra cosa que aceptar…Pero Vidal no quería una amante, quería una esposa. Y tenía intención de conseguirlo.