Quinto de la serie. Allie, una madre soltera, había sido contratada para dar un curso de acolchado en el rancho A Bar A. Nada más llegar, un vaquero muy serio la acusó de estar en una finca privada sin autorización. Y Allison decidió que no quería saber nada del arrogante señor Casali.Pero cuando su hija, que llevaba un año sin hablar, le dedicó a Alex su primera palabra, Allie empezó a preguntarse si detrás de sus ojos grises podía haber más de lo que parecía a primera vista.