Primero de la serie. David Dykstra estaba decidido a reclamar sus derechos como príncipe de Ambria y nada podría hacerle cambiar de idea, hasta que apareció Ayme Sommers, identificándolo como el padre del bebé de su hermana.
El momento era de lo más inoportuno. Sin embargo, en el viaje de regreso a su hogar, debía anteponer los intereses de su hija, así como hacer un hueco en su vida tanto para la niña como para la impulsiva tía Ayme.