Había sido una locura acostarse con Alicia Butler. Su padre era responsable de que Jake Claiborne hubiera perdido una fortuna, y cualquier relación con ella iba a convertirse en portada de la prensa sensacionalista. Pero Alicia se había quedado embarazada, y él estaba decidido a asumir su responsabilidad.
La única opción posible era casarse con ella y confiar en que el escándalo fuera mitigándose… aunque entre tanto la pasión entre ellos se reavivara.