Zeke Russell no tenía rival como abogado; era dinámico, inteligente y siempre ganaba. Por eso cuando su ex prometida, Melody Taylor, le pidió ayuda, Zeke aprovechó para saldar una vieja deuda.
Melody creía que no volvería a ver a Zeke, pero ahora no tenía otra opción que tragarse el orgullo y aceptar su proposición de retomar la relación… aunque esa vez sería a su manera. Sin embargo, había una cosa que jamás conseguiría que hiciera…