Los vikingos llegaron diciendo que venían en son de paz, pero pronto Lindisfarne se encontró en llamas. Annis de Birdoswald huyó presa del pánico, pero no logró escapar de los guerreros nórdicos. Sin embargo, un hombre la protegía: Haakon Haroldson. El arrogante vikingo se llevó a Annis consigo a su tierra, alejándola de todo lo que ella amaba. Y ahora se veía obligada a elegir entre el humilde trabajo que le correspondía a una cautiva o una vida de placer pecaminoso ¡en los brazos del vikingo!