La historia de sus vidas estaba marcada por el amor
La deslenguada lady Priscilla era la única joven en Londres con el descaro suficiente para no perder la cabeza por Robert Magson, el soltero más codiciado de la ciudad y recientemente nombrado duque de Reighland. Robert necesitaba una esposa digna de ser su duquesa, y aquella desvergonzada joven parecía ser la opción más excitante, aunque quizá no fuera la más recomendable.
A pesar de la innegable atracción sexual que había entre ellos, lady Priscilla ocultaba un secreto tan vergonzoso que le impedía casarse con nadie. Y un duque merecía algo mejor que ella…