Bella guardaba un secreto que él debía saber…
Isabella Williams hubiera reconocido esos zapatos caros y esa pose arrogante en cualquier lugar. Después de tantos meses huyendo, Antonio Rossi la había encontrado.
Aquel viejo anhelo volvió a surgir de la nada, y con él regresó la sensación de arrepentimiento. Por culpa de un error jamás volvería a besar sus labios… Pero las cosas habían cambiado. Había otra persona en quien debía pensar.
Tocándose el vientre, Isabella se preparó para recibir el azote de su ira.
Antonio trataba de enmascarar el verdadero motivo por el que había ido a buscarla, pero todo estaba a punto de dar un giro inesperado…