Nunca olvidó esa noche
Una vez, tuvo que anteponer el deber al amor. Años más tarde, el rey Rafiq Mehdi, ya viudo, buscó consuelo en su antiguo amor, la doctora Maysa Barad, para escapar del dolor y la culpa. La apasionada entrega de Maysa le hizo darse cuenta de que era la mujer con la que debería haberse casado, pues su boda de conveniencia solo le había hecho sufrir.
Maysa ya no era la mujer apropiada para ser la esposa del rey. Rafiq estaba dispuesto a enfrentarse a su pueblo para tenerla, pero la verdad sobre ella podría volver del revés todo su mundo.