La paternidad era lo último que el SEAL Calder Remington tenía en la cabeza. En su trabajo era todo un héroe; en su vida como civil, un soltero despreocupado. Pero cuando encontró a un bebé, su bebé, en su puerta, no le quedó más remedio que ser padre.
Entonces entró en juego la superniñera Pandora Moore, perfecta en todos los sentidos, y hacia quien Calder enseguida se sintió muy atraído. Pero era su empleada, lo cual hacía que fuese inalcanzable. Y, aunque Pandora parecía perfecta, esquivaba sus preguntas cada vez que hablaban de su pasado. Calder no podía evitar pensar que estaba ocultando algo. Nunca imaginó que la verdad pudiera separarlos… justo cuando empezaban a imaginarse un futuro en común.