Kim estaba encantada de ser la secretaria de Lucas Kane… hasta que se dio cuenta de que su nuevo jefe era irresistible. ¿Podría mantenerse firme en su decisión de no mezclar placer y trabajo?
Lucas no solo era un empresario poderoso… para colmo, se llevó bien con su hija inmediatamente. Aquel hombre la asombraba. Sobre todo, cuando le dijo que no quería que lo suyo fuera pasajero. ¡La quería para siempre!