Niza en invierno. Llueve y los cafés están fantasmagóricamente vacíos. Esta historia que desemboca en la Costa Azul fuera de temporada se origina en las playas fluviales del Marne, donde el narrador conoce a Sylvia. Y su relato incluye unas cuantas preguntas que no siempre tienen una respuesta fácil: ¿por qué ha llegado la pareja a Niza? ¿De qué huye? ¿Qué papel desempeña en todo ello el diamante llamado la Cruz del Sur? ¿Quiénes son en realidad esa extraña pareja de americanos ricos cuyo apellido es Neal? ¿En qué circunstancias murió el actor Aimos? ¿Quién es realmente Villecourt, con el que Sylvia estaba supuestamente casada cuando la conoció el narrador? En esta novela de personajes en penumbra son también fundamentales los escenarios y la atmósfera: el viejo Hotel Majestic, el Negresco, una pensión, la ruinosa fachada del cine Forum, un restaurante sin clientes, un coche con matrícula diplomática, el descuidado jardín de una villa...
Niza en invierno. Llueve y los cafés están fantasmagóricamente vacíos. Esta historia que desemboca en la Costa Azul fuera de temporada se origina en las playas fluviales del Marne, donde el narrador conoce a Sylvia. Y su relato incluye unas cuantas preguntas que no siempre tienen una respuesta fácil: ¿por qué ha llegado la pareja a Niza? ¿De qué huye? ¿Qué papel desempeña en todo ello el diamante llamado la Cruz del Sur? ¿Quiénes son en realidad esa extraña pareja de americanos ricos cuyo apellido es Neal? ¿En qué circunstancias murió el actor Aimos? ¿Quién es realmente Villecourt, con el que Sylvia estaba supuestamente casada cuando la conoció el narrador? En esta novela de personajes en penumbra son también fundamentales los escenarios y la atmósfera: el viejo Hotel Majestic, el Negresco, una pensión, la ruinosa fachada del cine Forum, un restaurante sin clientes, un coche con matrícula diplomática, el descuidado jardín de una villa... Domingos de agosto narra una historia de amor que es al mismo tiempo una historia policíaca en la que se adivinan ecos del fatalismo crepuscular de Simenon. La novela es una muestra superlativa de la capacidad evocadora de Modiano, de su magistral manejo de la ambigüedad, la elipsis y los misterios intuidos o apenas desvelados, mecanismos con los que construye un universo narrativo propio e inimitable.